Carlos Borches, un fotógrafo de 32 años originario de Alborea, Albacete, es una de las figuras destacadas en el mundo del ‘Urbex’ o exploración urbana. Este movimiento invita a los entusiastas a descubrir y documentar lugares abandonados, donde la historia y el paso del tiempo se convierten en un espectáculo visual. Aunque Borches disfruta de la belleza que reside en estas ruinas, mantiene una política de discreción sobre su ubicación, entendiendo la importancia de preservar estos sitios del vandalismo y el deterioro. Su afición por la fotografía comenzó en la infancia y se consolidó en 2012 cuando, al investigar en línea, encontró una comunidad similar en toda España que se dedica a lo mismo.
A pesar de trabajar en el sector de la automoción, Borches dedica sus fines de semana a la búsqueda de lugares abandonados, empleando métodos ingeniosos como rastrear edificaciones a través de Google Maps y confiar en su instinto para explorar áreas poco transitadas. Con el equipo adecuado y cumpliendo con normas no escritas de respeto hacia los lugares visitados, Borches captura imágenes que reflejan la esencia de estos espacios olvidados. Su cuenta de Instagram, donde comparte su trabajo y crece en popularidad, no solo lo convierte en un referente del ‘Urbex’ en España, sino que también facilita la conexión con una comunidad que valora la historia encapsulada en cada fotografía.
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