En un enfrentamiento lleno de tensión, el Atlético de Madrid salió con un punto de Balaídos tras empatar 1-1 con el Celta. La expulsión de Clément Lenglet en el minuto 40 cambió el rumbo del partido, obligando al Atlético a centrarse en defender durante toda la segunda mitad. A pesar de iniciar con fuerza, el Celta no logró capitalizar su dominio inicial, siendo la falta de contundencia defensiva, una vez más, su talón de Aquiles. Fue un autogol del sueco Carl Starfelt el que puso al Atlético por delante, tras un pase magistral de Antoine Griezmann que permitió a Pablo Barrios crear peligro.
El descanso trajo cambios estratégicos para los visitantes, con Diego Simeone reforzando la defensa al sacar a Griezmann. Curiosamente, el Atlético encontró más posesión incluso con un hombre menos. Sin embargo, el Celta de Giráldez no se rindió e introdujo a Iago Aspas para revolucionar el encuentro. La recompensa llegó cuando Aspas, figura histórica del Celta, aprovechó un error de Barrios, igualando el marcador en una jugada que exhibió la desconcentración defensiva del Atlético. A pesar de la presión final del Celta por buscar su primer triunfo de la temporada, el partido concluyó en tablas, dejando a ambos equipos con sensaciones encontradas rumbo al parón internacional.
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