El Ayuntamiento ha destinado un total de 65.500 euros en ayudas para beneficiar a 33 centros educativos de la localidad, con el objetivo de llevar a cabo pequeñas obras de mantenimiento y conservación. Cada institución podrá recibir hasta 2.000 euros para realizar tareas como la reparación de enchufes, grifos, cerraduras, así como trabajos de pintura y otros arreglos necesarios para mejorar la infraestructura escolar. La iniciativa, comunicada por el concejal de Educación, Pascual Molina, busca asegurar que los espacios de aprendizaje sean óptimos para los alumnos y la comunidad educativa.

Además de estas ayudas, el Ayuntamiento ha emprendido obras de mayor envergadura, incluyendo la instalación de suelo vinílico en diez aulas de educación infantil. Estas intervenciones se suman a los esfuerzos por mantener y mejorar las condiciones de los centros, garantizando así un ambiente más confortable. Para acceder a las ayudas, los colegios deberán justificar sus gastos antes del 31 de diciembre, lo que pone de relieve la gestión responsable de los recursos destinados a la educación pública.

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