El Calvo Sotelo Puertollano se encuentra en la recta final de su pretemporada, a pocas semanas de debutar en la liga ante el Albacete B, un encuentro que promete generar gran expectativa entre la afición. Bajo la dirección de Javi Sánchez, el equipo ha estado acumulando minutos y dejando buenas sensaciones, lo que ha disparado el optimismo entre los seguidores del club. Sin embargo, este optimismo no está exento de ciertos interrogantes, especialmente por la elección de adversarios exigentes para sus partidos de preparación.
A lo largo de estas semanas, el equipo ha mostrado avances significativos en su solidez defensiva y en su capacidad para construir jugadas, aunque el verdadero desafío comenzará en el momento en que el balón empiece a rodar en la competición oficial. El entrenador, satisfecho con el rendimiento de sus jugadores, aún enfrenta incógnitas, sobre todo con respecto al estado del césped del estadio Cerrú. Este aspecto ha sido una preocupación constante, ya que las condiciones del campo podrían impactar tanto el rendimiento del equipo como la experiencia de los aficionados.
Aunque el césped ha mejorado en comparación con la temporada anterior, sigue siendo motivo de preocupación por su capacidad para soportar el juego intenso que se espera. Sánchez ha enfatizado que las condiciones actuales del terreno limitan el nivel de juego que el equipo aspira a alcanzar. Con el inicio de la liga a la vista, la necesidad de una solución efectiva se torna urgente, y muchos esperan que se lleven a cabo los arreglos necesarios para asegurar un entorno de competición adecuado.
En los próximos días, el equipo tiene programados dos amistosos que se presentan como oportunidades cruciales para ajustar detalles antes del debut liguero. De cara a este nuevo reto, la afición mantiene su esperanza y entusiasmo, aunque con un ojo en el césped del Cerrú, cuyo estado podría decidir si el optimismo se traduce en resultados en el campo.