El Congreso ha rechazado nuevamente la senda de estabilidad fiscal prevista para 2026-2028, deteniendo así la vía de propuestas presupuestarias por parte del Gobierno, que ahora podrá presentar las cuentas para el próximo año. Esta resolución llegó con 177 votos en contra y 166 a favor, además de 5 abstenciones, replicando el resultado de una votación similar realizada previamente. La negativa se ha dado principalmente por parte del PP, Vox, Junts y UPN, quienes discrepan con el aumento del gasto propuesto por el Gobierno. A pesar de este rechazo, el Gobierno se enfocará en un plan fiscal ya remitido a Bruselas y que busca reducir el déficit público gradualmente.
La vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha criticado duramente a los partidos opositores, especialmente al PP, por poner trabas que afectan incluso a las comunidades que gobiernan. Mientras tanto, partidos aliados del Gobierno, aunque prestaron apoyo, también resaltaron desacuerdos; ERC abogó por un reparto de déficit más equitativo, y Bildu y PNV objetaron en contra de las restricciones de Bruselas en materia fiscal. Podemos mantuvo su abstención en señal de protesta por el gasto en defensa. El Ejecutivo planea presentar el proyecto de presupuestos para febrero próximo, lo que podría conllevar una nueva prórroga de las cuentas de 2023. Montero reafirmó el compromiso del Gobierno con unas cuentas que combinen responsabilidad fiscal y políticas progresistas para reducir desigualdades.
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