En un partido que evidenció las carencias del Albacete, el Deportivo dominó de principio a fin, imponiéndose con claridad sobre un equipo manchego que volvió a mostrar sus debilidades. A pesar de las sorpresivas decisiones del técnico Alberto González, como los cambios en la defensa, el Albacete no logró contener los ataques del Deportivo, especialmente por las bandas. La aparición de Jonathan Gómez, conocido por su ofensiva pero frágil defensa, marcó una diferencia que el Deportivo supo aprovechar con el primer gol justo antes del descanso.
La segunda mitad continuó con un Albacete intentando sin éxito concretar sus llegadas. A pesar de un par de intentos prometedores, la falta de concreción en la zona de ataque fue evidente. La polémica surgió con la anulación de un penalti, dejando a la afición desilusionada. Finalmente, el Deportivo sentenció el partido con un rápido contragolpe de Yeremay culminado por Eddahchouri. Esta derrota, la tercera en cuatro jornadas, sitúa al Albacete y a su técnico en una posición crítica, cuestionando la efectividad de sus estrategias y decisiones recientes.
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