El Girona se despidió de sus posibilidades en la Liga de Campeones tras caer 0-1 ante el Liverpool en Montilivi, en un partido donde un penalti convertido por Mohamed Salah marcó la diferencia. A pesar de ofrecer una notable actuación, el equipo de Míchel no logró capitalizar sus ocasiones y, tras un error de Donny van de Beek, se complicaron sus opciones de avanzar a las etapas finales del torneo. Con esta derrota, el Girona se mantiene en la última posición del grupo con solo tres puntos, a tres del penúltimo, y con la difícil tarea de enfrentarse al Milan y al Arsenal en las jornadas restantes.
La primera mitad del encuentro evidenció el esfuerzo del Girona, que logró igualar las acciones ante el potente Liverpool, generando varias oportunidades claras de gol. Sin embargo, tras el descanso, el equipo anfitrión no pudo mantener su ímpetu y un penalti a favor de los visitantes cambió la dinámica del encuentro. A partir de ese momento, el Girona se vio obligado a reaccionar, pero el gol de Salah dejó al equipo sin capacidad de respuesta, y aunque tuvieron una última oportunidad con un tiro libre, el resultado se mantuvo a favor del Liverpool, que asegura su lugar en los octavos de final con 18 puntos en el grupo.
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