El Gran Teatro de Villarrobledo fue el escenario del primer Festival de Folklore, donde los danzarines joteros deslumbraron al público con una actuación vibrante que recibió entusiastas aplausos. Con la participación de jóvenes provenientes de Villarrobledo, Miguel Esteban y Almagro, el evento no solo destacó por la calidad de la interpretación, sino también por el esfuerzo y la dedicación de los pequeños bailarines, quienes llenaron el escenario de color y tradición. La iniciativa busca crear un modelo sostenible que garantice la continuidad del baile de las jotas, un patrimonio cultural que los organizadores desean preservar para futuras generaciones.
La Agrupación Barro Tinajero, responsable de la organización del festival, ha venido trabajando durante todo el año en diversas actividades promocionales para mantener viva esta expresión folklórica. Con un enfoque en la enseñanza y la práctica del baile, el festival se presenta como una herramienta eficaz para conectar a los jóvenes con sus raíces culturales, favoreciendo la transmisión de tradiciones y costumbres que caracterizan la identidad local. Esta exitosa reunión no solo celebró el arte del baile, sino que también sirvió como plataforma para revitalizar el interés por el folklore en la comunidad.
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