Un incendio desatado en la madrugada de ayer en una planta química de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, ha generado una preocupación significativa en la zona, aunque ya está controlado y no representa un riesgo para la población. El siniestro, que comenzó pasadas las dos de la mañana, afectó a una nave que almacenaba alrededor de setenta toneladas de cloro, lo que provocó una nube tóxica que obligó a más de 150,000 residentes de cinco municipios a permanecer en casa durante siete horas. Los bomberos lograron controlar el fuego hacia la tarde del mismo día, aunque la extinción total podría tardar varios días debido a la inestabilidad del edificio, que limita las labores de rescate de los materiales peligrosos.
Aunque el perímetro de seguridad de 500 metros establecido anteriormente ya ha sido levantado, y las restricciones para grupos vulnerables han sido eliminadas, la situación aún requiere cautela. Los bomberos siguen trabajando en el área, monitorizando el comportamiento del material químico retirado, que ha sido sellado y trasladado a una cantera cercana. Protección Civil mantiene activo su plan de alerta por riesgo químico, PLASEQCAT, hasta que los restos del incendio estén completamente extinguidos y no existan emanaciones tóxicas.
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