El Mallorca logró una importante victoria por 2-1 frente al Girona, a pesar de jugar más de una hora con diez futbolistas tras la expulsión de Vedat Muriqi. El encuentro, dominado inicialmente por el equipo catalán y que se abrió con un gol tempranero de Van de Beek, vio cómo los locales no se amedrentaron y se reponían rápidamente. Un preciso pase del kosovar Muriqi permitió a Cyle Larin igualar el encuentro antes del descanso, y fue Larin quien, aprovechando un error de la defensa gerundense, selló su doblete para dar la ventaja definitiva al Mallorca.
A pesar de la desventaja numérica, el equipo dirigido por Javier Aguirre se mostró sólido en defensa, resistiendo el dominio del Girona y cerrando los espacios para frustrar los intentos de sus rivales. La presión del Girona se intensificó en busca del empate, pero los bermellones lograron mantener su ventaja y afianzarse en los puestos europeos de la tabla. En contraste, el Girona comienza a descolgarse, evidenciando una racha de resultados negativos que los aleja de la zona alta.
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