En una jornada marcada por la lucha y la entrega, el CP Villarrobledo se impuso por la mínima al Manzanares CF en un encuentro disputado en el Estadio Virgen de la Caridad de Villarrobledo, Albacete, correspondiente a la novena cita del Grupo XVIII de Tercera RFEF. Con un resultado ajustado de 1-0, el equipo local cosechó tres valiosos puntos que lo afianzan en la tabla.
Desde el pitido inicial, el Villarrobledo mostró un dominio notable, evidenciando su deseo de abrir el marcador. A pesar de su firmeza y de las claras intenciones ofensivas, el equipo se encontró con la falta de precisión en sus intentos de gol, lo que le impidió reflejar su superioridad en el marcador. Por su parte, el Manzanares, a pesar de jugar a domicilio, se mostró sólido en defensa y supo contener los embates de los locales, manteniendo el empate sin goles durante el primer tiempo.
Con el avance del segundo acto, la intensidad del encuentro se incrementó. El Villarrobledo continuó presionando, firmando oportunidades peligrosas que acercaron la posibilidad de marcar, siendo destacada una acción en particular: un potente disparo de Leomar que se fue apenas desviado, rozando el larguero. No obstante, el Manzanares no se quedó atrás, creando sus propias ocasiones y poniendo a prueba al portero local, quien tuvo intervenciones clave que evitaron un posible desnivel en el marcador.
Ambos entrenadores intentaron refrescar el juego mediante sustituciones estratégicas, buscando inyectar velocidad y nuevas energías en sus líneas ofensivas. Sin embargo, el choque se mantuvo igualado hasta los minutos finales, con cada equipo intentando aprovechar la más mínima oportunidad que se les presentara.
Fue en el minuto 85 cuando el Villarrobledo gestionó el momento crucial que sellaría su victoria. Un centro preciso de Fran Minaya fue capitalizado por Iván Garrido, quien, con su certero golpeo, hizo vibrar a los aficionados locales y cimentó el triunfo de su equipo. Este gol no solo trajo consigo la victoria, sino que también simbolizó la recompensa a un esfuerzo colectiva que, a pesar de la dureza del rival, encontró su recompensa en el momento adecuado.
El Manzanares, a pesar de su sacrificio y entrega durante los noventa minutos, se marchó sin puntos, evidenciando una vez más la naturaleza del fútbol, en la que momentos clave y decisiones oportunas pueden definir el rumbo de un partido. La jornada deja a los dos equipos con lecciones valiosas mientras continúan su camino en la competición, donde cada encuentro puede deparar sorpresas y emociones hasta el último instante.
