El Real Madrid logró avanzar a los cuartos de final de la Liga de Campeones tras una intensa tanda de penaltis, superando al Atlético de Madrid en un duelo que terminó 1-0 para el equipo local. A pesar de la derrota por un gol de Conor Gallagher en la primera parte y la presión constante de los rojiblancos, el Madrid se apoyó en un sólido desempeño defensivo y en la experiencia de su portero, Thibaut Courtois, quien fue clave durante el partido. La situación se definió desde el punto penal, donde el gol de Antonio Rüdiger selló el destino del encuentro, en un estadio Metropolitano abarrotado y electrificado por la tensión del clásico derbi madrileño.
Desde el inicio, el Atlético mostró su ambición al marcar rápidamente, pero a medida que avanzaba el encuentro, el control del balón se inclinó hacia la escuadra merengue, que buscaba desestabilizar a la defensa colchonera. Las ocasiones se sucedieron en ambos bandos y, a pesar de un par de anotaciones que pudieron haber influido en el curso del partido, el resultado se mantuvo tenso hasta el final, llevando el partido a una tanda de penales donde los errores de los locales resultaron decisivos. Así, el Real Madrid se mantiene firme en su búsqueda del título, mientras que el Atlético de Madrid vive una nueva decepción en la máxima competición europea.
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