El Lunes Santo se convirtió en una jornada memorable para la población de Albacete, marcada por la solemne entronización de las réplicas del Santísimo Cristo de la Agonía y Nuestra Señora de la Amargura en la capilla de la Plaza de Toros. Este emotivo acto se llevó a cabo tras la tradicional procesión que partió del emblemático Molino de la Feria, donde los fieles acompañaron con respeto y devoción a las imágenes hasta el coso taurino. La culminación de la ceremonia tuvo lugar cuando las tallas accedieron por la simbólica Puerta Grande, un gesto que unió las tradiciones taurinas con la religiosidad popular, marcado por la intervención del conserje de la plaza.
Los momentos de recogimiento y solemnidad fueron realzados por la Agrupación Musical de la Cofradía, acompañando el recorrido con marchas procesionales. La ceremonia, dirigida por miembros del clero local, incluyó oraciones simbólicas y peticiones por diversas intenciones, culminando con una ferviente bienvenida. Este acontecimiento también atrajo la atención de autoridades y figuras del mundo taurino, subrayando así la conexión entre la fe y la cultura en Albacete. A pesar de que la capilla aún se encuentra en proceso de restauración, este acto reafirma la importancia de la Plaza de Toros como un espacio donde convergen la devoción cristiana y la herencia cultural de la ciudad.
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