El Pleno del Senado ha reprobado a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una votación que refleja la división política en el país. La reprobación fue impulsada por el Partido Popular, que contó con el apoyo de Vox y UPN, mientras que el PSOE y sus aliados, como ERC y PNV, se manifestaron en contra. Con este voto, Montero se convierte en la quinta integrante del Gobierno de Pedro Sánchez en ser objeto de una reprobación en el Senado, un fenómeno que ya había afectado a otros ministros y al fiscal general del Estado.
La portavoz del PP, Alicia García, justificó la decisión al acusar a Montero de manejar las cuentas públicas de forma ineficaz y de despreciar la presunción de inocencia en ciertas situaciones, citando su respuesta a un caso de agresión sexual que concluyó en una sentencia absolutoria. Desde el PSOE, el portavoz Juan Espadas criticó lo que consideró un uso excesivo de estas reprobaciones por parte del PP, sugiriendo que pronto resultará en una banalización del proceso. Espadas también instó a los populares a reflexionar sobre sus alianzas con Vox y a pedir disculpas por los recortes que, a su juicio, amenazan derechos fundamentales.
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