El féretro del Papa Francisco, quien falleció el pasado lunes a los 88 años, fue trasladado en una emotiva ceremonia desde la capilla de Santa Marta hasta la basílica de San Pedro. La procesión comenzó a las 9:00 horas y fue llevada a hombros por los ‘sediarios’ pontificios, acompañados por la Guardia Suiza, en un recorrido que incluyó la plaza de Santa Marta, la plaza de los Protomártires Romanos y el Arco de las Campanas, antes de ingresar a la imponente basílica a través de la puerta central.
A lo largo del trayecto, el féretro estuvo acompañado por varios cardenales presentes en Roma y fue seguido por aquellos que más cercano estuvieron al pontífice, incluidos sus secretarios y asistentes. Una vez en la basílica, se colocará el ataúd en el Altar de la Confesión, donde los fieles podrán rendir homenaje y dar su último adiós a un líder espiritual que dejó una huella profunda en la Iglesia y en el mundo.
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