La creciente preocupación por la vitamina D ha llevado a un aumento en la suplementación y en la realización de pruebas médicas, impulsado principalmente por alarmas en las redes sociales y la falta de un consenso claro entre los profesionales de la salud. Elena Moreno Charco, farmacéutica de Atención Primaria en Cuenca, alerta sobre los riesgos de esta tendencia, señalando que la suplementación excesiva puede causar efectos adversos significativos, desde malestar gastrointestinal hasta problemas renales graves. A pesar de estos riesgos, muchos continúan solicitando pruebas que a menudo no son necesarias, lo que puede resultar en un uso irracional de la vitamina D.
Durante el 28º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria en Madrid, Moreno destacó la importancia de seguir las indicaciones de guías como la de GuiaSalud, que aconsejan no realizar cribados en la población sana. Aboga por un uso más controlado de la vitamina D, especialmente en pacientes con condiciones específicas que requieren atención. El papel de los farmacéuticos se vuelve crucial en la educación sanitaria y el asesoramiento a los pacientes, asegurando que la suplementación se maneje de manera adecuada y controlada.
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