En un escenario de tensiones diplomáticas y tecnológicas, el ministro de Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, respondió con ironía al magnate Elon Musk, sugiriéndole «irse a Marte» tras sus declaraciones en contra de la Unión Europea. Musk, dueño de la red social X, criticó duramente a la UE después de que se le impusiera una multa de 120 millones de euros por prácticas consideradas engañosas en su sistema de verificación azul. Sikorski aprovechó este incidente para hacer alusión al presunto saludo nazi que Musk habría realizado en el pasado. Mientras tanto, el primer ministro polaco, Donald Tusk, enfatizó la importancia de la colaboración transatlántica, recordando a Estados Unidos que Europa sigue siendo un aliado estratégico esencial.
La controversia se intensifica en un contexto de críticas mutuas entre la administración de Trump y la UE. Musk acusó a la burocracia europea de sofocar la libertad de expresión y consideró la multa como un ataque contra la soberanía de los Estados miembro. Esta sanción también se debe a otras faltas mencionadas en la Ley de Servicios Digitales, como la falta de transparencia en la publicidad y el acceso restringido a datos para investigadores. El debate pone en evidencia las crecientes tensiones entre la regulación europea de servicios digitales y las empresas tecnológicas de alcance global, reflejando una compleja relación entre libertad empresarial y normativas de protección regional.
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