El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su firme oposición a un modelo de financiación autonómica que genere desigualdades entre territorios. Durante su intervención en el foro ‘La España Vertebrada’, celebrado en Toledo, enfatizó que cualquier normativa que implique privilegios territoriales va en contra de la Constitución y no podrá ser aprobada bajo su mandato. García-Page destacó la necesidad de un compromiso estatal para resolver la infrafinanciación que afecta a comunidades como su propia región, Murcia, Valencia y Andalucía, señalando que el actual modelo ha permanecido estancado por la resistencia del nacionalismo catalán a dialogar.
Paralelamente, el presidente se pronunció en contra del Trasvase Tajo-Segura, considerándolo un fraude y abogó por la desalación como una alternativa sostenible y viable. Según García-Page, potenciar la capacidad de desalación existente en España haría innecesario el trasvase, que actualmente genera tráfico de intereses. Además, en la víspera del aniversario del fallecimiento de Franco, García-Page defendió la importancia de conmemorar la Transición española como un proceso que definió la identidad nacional, resaltando que esta reflexión es relevante en un contexto de cambio y autoconocimiento para el país.
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