Equipo logra bronce con sabor agridulce en la rutina libre por equipos


La selección española de natación artística ha dejado huella en los Mundiales de Singapur, consiguiendo su tercera medalla consecutiva al lograr el bronce en la rutina libre por equipos. Si bien el resultado parece un éxito notable, el equipo no pudo evitar el sabor agridulce de no haber revalidado la segunda posición obtenida en las preliminares. Con una puntuación de 321,1328, España quedó por detrás de Japón, que arrebató la plata con 334,7232 puntos, y de la intocable China, que se llevó el oro con 348,4779 puntos. A pesar de la decepción, el rendimiento del equipo español, liderado por la entrenadora Andrea Fuentes, significó un regreso a la elite mundialista después de doce años, destacando por su creatividad y su espíritu innovador.

Un hito significativo del equipo fue la participación de Dennis González, quien se convirtió en el primer hombre en subir al podio en una prueba mundialista por equipos, ampliando los horizontes de la natación artística masculina. Sólo otros tres países se animaron a incluir hombres en sus formaciones, pero España fue la única entre los candidatos a medalla en hacerlo. La decisión de elevar la dificultad de los ejercicios a 70,2450 puntos, aunque arriesgada, es una clara apuesta por competir de igual a igual con las potencias del deporte. Sin embargo, un error en una de las maniobras finales impidió que el equipo lograra una mejor posición, resignándose al bronce.

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