El Ejército de Israel ha intensificado su actividad militar en la frontera con Líbano tras interceptar tres cohetes disparados desde la localidad de Khiam hacia Metula, en Israel. Este ataque, el primero de su tipo desde diciembre pasado, ha desencadenado un bombardeo israelí en la región de Toulin, resultando en al menos dos fallecidos, entre ellos una niña, y múltiples heridos, según el Ministerio de Salud de Líbano. A pesar de las bajas reportadas, la situación es confusa y el alcalde local ha sugerido que el número de muertos podría ser mayor. No se han registrado víctimas en el lado israelí, aunque el ministro de Defensa ha enfatizado que su país tomará las medidas necesarias para asegurar la tranquilidad en la zona.
Los líderes libaneses han hecho un llamado urgente a la calma y a la cooperación para evitar un deterioro en la seguridad de la región. El presidente de Líbano, Joseph Aoun, destacó que los ataques de Israel representan una amenaza persistente a la soberanía del país y podrían complicar el ya frágil consenso nacional. Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha ordenado nuevas operaciones militares contra objetivos de Hezbolá en el sur de Líbano, mientras que el Ejército israelí ha confirmado ataques selectivos contra posiciones de la milicia. La escalada de tensiones ha generado preocupaciones sobre un posible conflicto más amplio, con advertencias de los líderes de ambos países sobre las repercusiones de esta violencia en la frontera.
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