En un marcado Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, miles de personas inundaron las calles de diversas ciudades de España, alzando sus voces contra la violencia machista y el negacionismo. Barcelona, con cerca de 1,400 manifestantes, clamó por más protección y recursos para las víctimas, mientras que la capital, Madrid, fue testigo de dos manifestaciones paralelas divididas por diferentes corrientes del movimiento feminista. En Castilla y León, las ciudades vibraron con exigencias de justicia y homenajes a las víctimas de este año. El enfoque se centró no solo en el repudio a la violencia machista, sino también en la crítica a sistemas que, según afirman, perpetúan estas dinámicas.
La tensión en el aire se sintió en ciudades como Zaragoza, donde las proclamas contra la «violencia institucional» resonaron con fuerza, y en Andalucía, donde los sindicatos exigieron medidas más contundentes para proteger a las mujeres. La lluvia en Navarra no frenó a los manifestantes que se unieron en masa para exigir justicia. Valencia, Palma y Murcia también fueron centro de marchas multitudinarias con el grito unificante de «Ni una menos». En las manifestaciones, las voces colectivas reafirmaron el compromiso con la causa, clamando por un fin definitivo a todas las formas de violencia contra la mujer y por una mayor respuesta institucional.
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