El mundo de la música despide hoy a un ícono de las baladas románticas, Sandro Giacobbe, quien falleció a los 75 años en su hogar de Cogorno, Italia. Famoso por clásicos como «Señora mía» y «El jardín prohibido», Giacobbe dejó una huella imborrable en las décadas de los 70 y 80. A pesar de luchar durante una década contra un tumor, el cantante continuó activo en la escena musical, recordado por su participación en el prestigioso Festival de Viña del Mar en 2003, donde logró el segundo lugar con «E passa il tempo». Su música, traducida al español y escuchada en numerosos países, le permitió conectar con una amplia audiencia más allá de Italia.
En marzo pasado, Giacobbe había compartido detalles sobre su enfermedad en el programa «Domenica in», revelando las dificultades físicas que enfrentaba. Su partida deja un vacío en el ámbito artístico, pero sus melodías seguirán resonando en aquellos que fueron tocados por sus letras emotivas. Los medios italianos destacan su influencia y legado, que perdurará no solo a través de sus grabaciones, sino también en los corazones de quienes crecieron escuchando sus baladas. La noticia de su fallecimiento no solo entristece a sus compatriotas, sino también a los admiradores internacionales que encontraron en su música un refugio emocional.
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