La representatividad en el sector agrario ha sido un tema de debate constante, con tres siglas históricamente reconocidas: ASAJA, UPA y COAG, mientras que la Unión de Uniones, que agrupa a organizaciones escindidas de COAG y otras nuevas, había quedado al margen. Durante las últimas dos décadas, esta representatividad se ha establecido a través de procesos electorales en diversas comunidades autónomas, generando una situación desigual en su celebración. A pesar de esto, los resultados proporcionaban una visión clara de la situación, donde ASAJA se posicionaba como la más representativa, seguida de COAG y UPA, que mostraba un crecimiento.
Recientemente, el Ministerio de Agricultura ha resuelto el debate al reconocer formalmente a Unión de Uniones como una organización representativa con derecho a estar en el Consejo Agrario. Este intercambio se basa en la nueva disposición de la Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario, que establece requisitos específicos para el reconocimiento de organizaciones agrarias, incluyendo la necesidad de operar en al menos siete comunidades y representar al 10% de los afiliados en el ámbito agrario. Este cambio marcará un nuevo rumbo para la representación en el sector, ya que el Gobierno deberá desarrollar un sistema más objetivo para evaluar la representatividad de las organizaciones en el futuro.
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