El Congreso de los Diputados ha rechazado, en su pleno de este martes, la propuesta legislativa impulsada por el PSOE y Junts que buscaba transferir a Cataluña la gestión de la inmigración. La votación ha terminado con 177 votos en contra, suficientes para alcanzar la mayoría absoluta, gracias al apoyo de PP, Vox, Podemos, UPN y dos miembros del grupo plurinacional Sumar, a pesar de que este último es socio minoritario del Gobierno. Este resultado ha evidenciado, una vez más, la complejidad del panorama político en España, donde las alianzas y rivalidades pueden desencadenar resoluciones inesperadas.

A pesar de que 173 diputados, entre ellos los del PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG, CC y parte de Compromís, así como el exministro José Luis Ábalos, se posicionaron a favor de la tramitación de la ley, no lograron superar la suma de votos en contra. Este rechazo marca una derrota significativa para el Gobierno, que deberá reflexionar sobre sus estrategias legislativas y las implicaciones que este tipo de decisiones tienen para sus relaciones con los grupos autonómicos y sus propios socios de coalición.

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