La fragmentación de la izquierda en Aragón se confirma con la división en tres candidaturas independientes para las elecciones del 8 de febrero. A pesar de los esfuerzos de última hora por alcanzar una lista unitaria, las negociaciones no prosperaron entre Chunta Aragonesista, Podemos, Izquierda Unida y Sumar, debido a los vetos cruzados y falta de cohesión. Mientras que en Extremadura se logró una alianza exitosa en las pasadas elecciones, el panorama aragonés refleja la ausencia de un frente común, a pesar de que compartirían espacio electoral en el Congreso. Estas tensiones internas subrayan la complejidad y el reto de unificar las formaciones de izquierda en distintas regiones.
Chunta Aragonesista presentará a Jorge Pueyo como candidato a la presidencia regional, y Podemos competirá con su lista propia, resaltando la necesidad de una representación «nítidamente de izquierdas». Por su parte, IU y Sumar han acordado una coalición, buscando ampliar el espacio de la izquierda alternativa tras la falta de entendimiento con Podemos. La posibilidad de una cooperación en la circunscripción de Teruel también quedó descartada, evidenciando la dinámica de fragmentación que caracteriza a la izquierda en Aragón. Esta situación plantea un escenario de competencia en las urnas, donde las distintas fuerzas buscarán captar votos en un entorno político cada vez más complejo.
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