Francia se encuentra en un momento crítico con la reciente moción de confianza anunciada por el primer ministro François Bayrou, quien busca el respaldo del Parlamento el próximo 8 de septiembre. Esta decisión pone en jaque al gobierno de Emmanuel Macron, cuyo partido, Renaissance, hace frente a un periodo de gran inestabilidad política. La dimisión en diciembre del anterior premier y la convocatoria de elecciones anticipadas en 2024 habían marcado ya un panorama incierto. Bayrou propone una agenda de austeridad que proyecta ahorrar 44.000 millones de euros para 2026, enfrentándose a posibles manifestaciones masivas el 10 de septiembre.
La estrategia de Bayrou es vista como un intento valiente pero arriesgado de estabilizar las finanzas públicas de Francia. En un entorno de notable oposición parlamentaria, el primer ministro ha convocado a los principales partidos políticos buscando consenso y apoyo. Este plan incluye medidas polémicas, como recortes en programas sociales y la posible eliminación de dos días festivos, destinadas a reducir el déficit público. Si la moción de confianza no prospera, Macron podría verse forzado a nombrar a un nuevo jefe de gobierno, lo que agudizaría la crisis política. La situación refleja un desafío crítico para el liderazgo de Macron, mientras Francia observa expectante los desenlaces de estas decisivas semanas.
Leer noticia completa en La Tribuna de Albacete.