Franco en sus Últimos Días: Tensión entre el Príncipe y el Gobierno por el Futuro del Sáhara


En medio de un ambiente cargado de tensión y expectación, el 7 de noviembre de 1975 Francisco Franco fue trasladado al Hospital La Paz, dejando atrás su cuidado en El Pardo. La salud del dictador español se deterioraba rápidamente, y su inminente fallecimiento acentuaba las tensiones políticas y familiares. Periodistas de todo el mundo se mantenían alertas a las puertas del hospital, en busca de cualquier detalle sobre el estado del caudillo. En el interior, la incertidumbre se mezclaba con enfrentamientos personales, como el que se desató entre la hija de Franco, Carmen, y su esposo, el doctor Villaverde, quien insistía en prolongar la vida del dictador hasta una fecha clave para el régimen franquista.

A medida que Franco agonizaba, España se encontraba en un momento crítico de su historia. En paralelo, la situación en el Sáhara se tensaba con la Marcha Verde, organizada por Hassan II de Marruecos. El príncipe Juan Carlos, consciente de la gravedad del momento, viajó al Sáhara para mostrar apoyo a las tropas españolas a pesar de la oposición del gobierno de Arias Navarro. Este movimiento estratégico le valió el reconocimiento del rey Hassan y reforzó su posición para la futura transición a la democracia. Sin embargo, el camino no fue fácil. Juan Carlos tuvo que enfrentar desafíos internos, incluyendo la amenaza de un manifiesto de su padre, don Juan, que podría haber desestabilizado aún más el país. Con gestiones discretas y diplomáticas, logró neutralizar potenciales conflictos, allananado el camino hacia la democracia.

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