Durante la Feria internacional de vino Fenavin en Ciudad Real, se puso de manifiesto la necesidad urgente del sector vitivinícola español por reconectar con consumidores que se sienten distantes del vino. Aunque se producen más vinos que los que se consumen y las bodegas enfrentan excedentes, la calidad de la producción ha alcanzado niveles sin precedentes. Expertos, como Custodio López Zamarra, destacan que la revolución en la calidad es notable, pero aún queda un largo camino para conquistar a nuevos públicos. Este desafío es especialmente relevante ante el auge de nuevas tendencias de consumo entre jóvenes y urbanitas, quienes han crecido habituados a la cerveza y bebidas más ligeras.
Los especialistas coinciden en que la adaptación y la comunicación son claves para atraer a estas nuevas generaciones. Iniciativas como catas que enseñan a apreciar los matices del vino, así como la utilización de estrategias innovadoras en la presentación del producto, como servir vino en botas en festivales, son aspectos destacados por varios expertos. Además, el avance tecnológico en la producción también se vislumbra como un aliado, con el uso de levaduras no convencionales que pueden hacer el vino más atractivo para nuevos paladares. En este contexto, se enfatiza que el futuro del vino español no solo depende de su legado, sino de su capacidad para evolucionar y resonar con el presente, buscando siempre ofrecer un producto que encaje con los gustos modernos sin perder su esencia.
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