La Política Agraria Común (PAC) 2023-2027 ha comenzado a estabilizarse tras un inicio complicado marcado por problemas informáticos y la desconfianza de los agricultores respecto a los nuevos eco-regímenes. Aunque aún persisten quejas en el sector primario, la mayoría de las preocupaciones se encuentra en proceso de solución, lo que sugiere que la PAC podría concluir su ciclo en 2027 sin mayores contratiempos. No obstante, la atención ya se dirige hacia la PAC de 2028, en la que se anticipan cambios significativos. La Comisión Europea ha iniciado este proceso mediante una propuesta destinada a simplificar la gestión de la PAC y a mejorar la competitividad de los productores, buscando reducir la carga administrativa y hacer más accesibles los pagos.
Entre las reformas planteadas, destaca el aumento del límite del pago único anual para pequeños agricultores, y la introducción de medidas que permitirían un chequeo más eficiente mediante tecnología satelital. Estas modificaciones pretenden facilitar el acceso a apoyos financieros en tiempos de crisis y mejorar la resiliencia del sector agrícola frente a retos como desastres naturales o enfermedades. Al mismo tiempo, organizaciones agrarias han expresado su preocupación por los recortes presupuestarios que amenazan el futuro de la PAC, insistiendo en la necesidad de mantener un soporte financiero robusto para asegurar la producción alimentaria y la sostenibilidad rural en Europa.
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