Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha anunciado un ambicioso plan para duplicar la capacidad de desalación en el Levante español antes de mediados de 2026, asegurando que no se requerirá inversión adicional ni nuevas infraestructuras para lograrlo. Durante la sexta reunión de la Mesa Regional del Agua, García-Page subrayó la importancia crítica del agua para el desarrollo y propuso la creación de un Consejo Regional del Agua, que actúe como un foro formal de diálogo sobre la gestión hídrica. El presidente se mostró firme en su postura sobre la necesidad de una revisión urgente de los procedimientos en las Confederaciones Hidrográficas, planteando que la actual gestión es deficiente y que la sostenibilidad del recurso hídrico es un «gran problema de país».
La reunión también sirvió para resaltar la reciente mejora en la economía de la región, que ha visto aumentar su ocupación laboral en 200,000 personas en la última década. García-Page vinculó este crecimiento al uso sostenible de los recursos hídricos, afirmando que el agua es fundamental para el éxito económico y social. Con planes de formalizar el Consejo Regional del Agua para el otoño, el presidente busca consolidar un enfoque unitario que garantice un manejo eficiente de este recurso esencial, en un momento crucial donde la unidad en torno a la gestión del agua es vital para el futuro de Castilla-La Mancha y sus habitantes.
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