El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha arremetido contra el proyecto de construcción de una estación del AVE en Toledo, en el trayecto Madrid-Lisboa, alegando que su ubicación cerca de viviendas y del estadio del Salto del Caballo plantea serios problemas. García-Page se preguntó quién podría idear tal proyecto que, según su opinión, no solo arruinaría la vista para los residentes cercanos, sino que también podría infringir la normativa que prohíbe la edificación a menos de cien metros de una línea de AVE. Durante un evento en Illescas, enfatizó que se necesita responsabilizar a los diseñadores de esta alternativa.
El mandatario regional calificó la situación como «increíble» y reiteró su postura de que es lógico evitar la construcción del AVE tan cerca de áreas residenciales. Subrayó la labor crucial de los ingenieros en la planificación de proyectos de transporte e hizo hincapié en que las distancias deben ser respetadas para preservar tanto la seguridad como la calidad de vida de los ciudadanos. La crítica de García-Page se enmarca en un debate más amplio sobre la planificación urbana y el desarrollo sostenible en Castilla-La Mancha.
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