Colombia vivió un día de horror este jueves con dos atentados devastadores que dejaron al menos 18 muertos, poniendo al Estado Mayor Central (EMC), disidencia de las FARC, en el foco del gobierno. El primer ataque ocurrió en El Chispero, Antioquia, cuando un helicóptero policial fue derribado, resultando en la muerte de 12 agentes antinarcóticos que se dirigían a erradicar cultivos ilícitos. Horas después, Cali se convirtió en escenario de terror con la explosión de un camión cargado de explosivos cerca de la Escuela Militar de Aviación, causando seis muertes civiles y decenas de heridos. Las autoridades atribuyen ambos atentados al EMC, lo que llevó al presidente Gustavo Petro a prometer medidas contundentes contra este y otros grupos armados que amenazan la seguridad nacional.
Frente a estos hechos, el presidente Petro, acompañado de la cúpula militar, se desplazó a Cali, contemplando la declaración de un estado de conmoción interior para enfrentar la ola de violencia. La comunidad internacional, incluyendo a la ONU y el presidente de Panamá, condenó los ataques. Dentro del país, figuras políticas como los expresidentes Iván Duque y Juan Manuel Santos demandaron acciones más firmes del gobierno contra el terrorismo. La solicitud de unidad para enfrentar esta amenaza se dejó sentir en declaraciones de líderes locales y nacionales, quienes recalcaron la urgencia de proteger la seguridad ciudadana y apoyar a las fuerzas armadas en medio de una crítica situación que desafía las estrategias y medidas de seguridad actuales.
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