El Gobierno de Castilla-La Mancha ha intensificado sus esfuerzos para fortalecer los servicios públicos en áreas rurales, buscando cerrar la brecha con los entornos urbanos. En una reciente visita a Arcos de la Sierra, un municipio de menos de cien habitantes, el comisionado del Reto Demográfico, Jesús Alique, destacó los avances logrados gracias a la Ley de Medidas contra la Despoblación, vigente desde 2021. Esta normativa ha permitido un saldo migratorio positivo en las zonas rurales, lo que refuerza la importancia del acceso equitativo a servicios de salud y sociales en comunidades más pequeñas.
Junto al alcalde Jaime Pozuelo, Alique subrayó que la atención sanitaria y la infraestructura social son pilares cruciales para combatir la despoblación. El establecimiento de 88 nuevos botiquines y la mejora de consultorios, incluidos los 244 en la provincia de Cuenca, buscan garantizar que la asistencia médica esté al alcance de todos. Las inversiones también han abarcado la renovación de caminos y el centro social del municipio, fundamentales para la vida comunitaria. Con estas iniciativas, el Gobierno demuestra su compromiso por revitalizar las zonas rurales y asegurar que todos los ciudadanos, sin importar su ubicación, puedan disfrutar de servicios de calidad.
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