El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, ha ordenado la implementación de un plan para establecer una «ciudad humanitaria» en Rafá, en el sur de la Franja de Gaza, que albergaría inicialmente a 600.000 palestinos desplazados. La iniciativa busca trasladar a la población civil a áreas controladas, donde serían registrados e investigados antes de su ingreso para evitar la entrada de miembros de Hamás. El objetivo, según Katz, es facilitar la emigración voluntaria de los palestinos fuera de Gaza. Aunque estas zonas serían gestionadas por organismos internacionales, algunas entidades han mostrado su rechazo a colaborar debido a que el control último permanecería en manos israelíes.
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) se ha deslindado de cualquier vínculo con el plan anunciado, aclarando que su misión se limita a incrementar las operaciones de ayuda alimentaria para la población. Según GHF, la noticia fue erróneamente vinculada a ellos, provocando correcciones posteriores por parte de algunos medios como Reuters. La organización critica la difusión de información infundada para generar controversia, señalando a medios como ‘The Washington Post’ y NBC News por seguir un patrón similar. GHF enfatiza la necesidad de centrarse en las urgentes demandas humanitarias en Gaza.
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