El Albacete dejó una impresión ambivalente tras su encuentro contra el Levante, donde a pesar de mostrar una primera mitad prometedora, acabó cediendo terreno en la segunda. Javi Villar, consciente de que no se jugaban más que el honor, expresó su descontento al considerar que el equipo debería haber impuesto su juego. La expulsión de un compañero, Jaume Costa, marcó un punto de inflexión en el partido, lo que llevó a Villar a lamentar que su equipo no pudo capitalizar su buen inicio.
Con la temporada a punto de concluir, el joven futbolista afirmó que el equipo debe “resetear” para afrontar con optimismo los últimos dos partidos de liga. Villar insistió en la necesidad de corregir errores que, a su juicio, fueron determinantes en el resultado final. A pesar de la frustración, se mostró decidido a finalizar el torneo de manera positiva y con la ambición de lograr una victoria en los próximos encuentros.
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