El debate en torno a la posible sucesión de Pedro Sánchez al frente del PSOE ha cobrado fuerza, con Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, emergiendo como un candidato destacado. Su crítica constante hacia la dirección actual del partido lo posiciona en una terna que incluye, entre otros, a ministros como Óscar Puente y Margarita Robles, así como al alcalde de Vigo, Abel Caballero, y al presidente de Cataluña, Salvador Illa. La periodista Susanna Griso, en una reciente entrevista con Alfonso Guerra, mencionó a García-Page como un nombre significativo, pese a que Guerra subrayó que en momentos de cambio profundo no es adecuado hacer pronósticos sobre líderes potenciales.
En medio de este contexto, García-Page ha advertido que, ante la situación actual del PSOE, «no hay salida digna», lo que indica un clima de incertidumbre dentro del partido. Estas declaraciones y la atención que recibe su figura reflejan un panorama tenso y cambiante, donde el futuro liderazgo del PSOE podría depender de la evolución de los eventos políticos en torno a la figura de Sánchez y su gestión.
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