El Kremlin ha abierto la posibilidad de una cumbre de paz entre los presidentes de Rusia y Ucrania, Vladimir Putin y Volodimir Zelenski, siempre que se establezcan «acuerdos previos», comenzando con una negociación sobre un alto el fuego. Durante un encuentro reciente en Estambul, Rusia y Ucrania acordaron intercambiar 2,000 prisioneros de guerra y presentar listas con las condiciones necesarias para un cese de hostilidades. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, enfatizó que ambas partes se preparan para intercambiar sus propuestas, aunque las futuras negociaciones se llevarán a cabo en un ambiente de secretismo.
Peskov también subrayó la importancia de que Ucrania esclarezca la composición de sus futuras delegaciones negociadoras. La designación de diferentes representantes ha generado tensiones, con Ucrania eligiendo a su ministro de Defensa y Rusia optando por un asesor presidencial. El Kremlin considera fundamental quién firmará los documentos que se acuerden en las negociaciones, lo que podría complicar aún más el proceso de paz. Aunque la cumbre se presenta como un desafío, el portavoz ruso mantiene que es posible si ambas partes logran alcanzar los acuerdos necesarios.
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