La crisis que enfrenta el Manchester City en la temporada 2024/25 ha desdibujado la figura de Pep Guardiola como entrenador y ha afectado notablemente el rendimiento de su estrella, Erling Haaland. Desde la grave lesión de Rodri en septiembre, la dinámica del equipo se ha visto alterada, y aunque el noruego mantiene cifras respetables de anotación con 21 goles en Liga y 30 en total, su efectividad se percibe como insuficiente debido a la falta de apoyo de sus compañeros. Las salidas de Julián Álvarez y la merma del rendimiento de jugadores clave como Kevin de Bruyne y Bernardo Silva han dejado a Haaland en una situación precaria, obligándolo a adaptarse a un nuevo estilo de juego que prioriza la combinación y la presión.
La reciente llegada de Omar Marmoush también ha complicado la situación del delantero, generando un conflicto en el reparto de responsabilidades ofensivas entre ambos jugadores. Ahora, tras sufrir una lesión en el tobillo, Haaland se encuentra en una etapa de recuperación que puede prolongarse entre cinco y siete semanas. Mientras tanto, el City se aferra a la esperanza de mantener su posición en la zona de Champions, encontrándose solo un punto por encima del Newcastle y a la caza del Chelsea, cuarto en la tabla. La incertidumbre sobre el futuro de Haaland y su capacidad para retomar el vuelo se cierne sobre un club que, de ser considerado indestructible, actualmente enfrenta uno de sus mayores desafíos.
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