El fiscal superior de Castilla-La Mancha, Emilio Manuel Fernández, ha presentado la memoria de 2024 al presidente Emiliano García-Page, destacando que la región no ha sufrido grandes incidencias con el mal funcionamiento de las pulseras de control para maltratadores. Mientras la Fiscalía a nivel estatal había alertado sobre estos problemas, en Castilla-La Mancha los delegados no han reportado problemas significativos con estos dispositivos. Aunque este asunto no ha sido una preocupación mayor en la región, sí se ha observado un aumento en los casos de violencia de género, con 3,500 incidentes registrados en 2024, evidenciando un crecimiento preocupante respecto al año anterior.
El informe no solo subraya la estabilidad en el uso de las pulseras, sino que también señala un desafío creciente: la ciberviolencia de género. Emilio Manuel Fernández mencionó que los casos de violencia no presencial, como amenazas y acosos a través de aplicaciones de mensajería, han aumentado significativamente. Además, destacó las dificultades que enfrentan debido a las dispensas que permiten a las víctimas no testificar contra sus agresores, lo que muchas veces conduce a sentencias absolutorias. Esta problemática no es exclusiva de la región, ya que se ha identificado como un obstáculo a nivel nacional en España.
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