El teletrabajo, que se consolidó como una opción laboral durante la pandemia de coronavirus, ha visto una drástica disminución en su implementación en Castilla-La Mancha, donde actualmente solo uno de cada diez trabajadores tiene la capacidad de realizar sus labores desde casa. Para fomentar esta modalidad, el Gobierno regional ofrece ayudas dirigidas a empresas y autónomos, que comenzaron en 2021 y continúan en respuesta a las demandas del sector. Estas subvenciones están destinadas a cubrir los costos de adecuar un puesto de trabajo presencial a uno remoto y se han modificado recientemente para aumentar las cuantías y extender las modalidades de apoyo.
La última revisión de estas ayudas eleva el monto por puesto de teletrabajo de 700 a 1.200 euros e incrementa la ayuda por nuevas contrataciones de 3.000 a 3.200 euros. Además, se introducen aumentos adicionales si el trabajador se encuentra en áreas afectadas por la despoblación o si pertenece a grupos con mayor vulnerabilidad, como personas con discapacidad o mujeres. Otra innovación relevante incluye la subvencionabilidad de contratos a tiempo parcial, previa exclusión de esta modalidad. Estas iniciativas buscan facilitar la conciliación entre la vida laboral y personal, así como mantener y proteger el empleo en circunstancias que dificultan el desplazamiento al puesto de trabajo.
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