La reciente amenaza arancelaria del presidente Donald Trump ha puesto en el punto de mira a los vehículos importados, lo que podría traer consigo consecuencias negativas para la economía estadounidense. Patricia Franco, consejera de Economía, Empresas y Empleo de Castilla-La Mancha, advirtió que esta guerra comercial no solo afectará la capacidad de los estadounidenses para adquirir coches a precios accesibles, sino que también impactará a proveedores de la industria automotriz que no están preparados para satisfacer la demanda interna. En particular, Alemania se vería perjudicada debido a la presencia de marcas como BMW y Mercedes en el mercado de EE. UU., mientras que la región de Castilla-La Mancha, centrada en la industria auxiliar, podría experimentar desafíos en su cadena de valor.
A pesar de la incertidumbre generada por las estrategias comerciales de Trump, Franco destacó el crecimiento del sector exportador en Castilla-La Mancha, que ha alcanzado niveles sin precedentes. En 2024, la región facturó 10.700 millones de euros en exportaciones, siendo el sector agroalimentario una de las principales fuentes de ingresos, aportando más de 3.600 millones. La consejera resaltó que Castilla-La Mancha representa el 10% del valor añadido bruto del agroalimentario español, y también ha visto un aumento en la inversión extranjera directa, donde la reparación de maquinaria industrial y los bienes de equipo están captando un interés significativo. A medida que la región se prepara para afrontar los retos futuros, se espera que la fortaleza del sector exportador ayude a mitigar los efectos adversos de las políticas arancelarias.
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