La reciente aprobación del presupuesto de 2025 del Ayuntamiento de Albacete ha generado un intenso debate político, marcado por lo que se ha denominado el «efecto Serrano». El alcalde, quien defendió las cuentas presentadas, esgrimió críticas hacia la portavoz de VOX, a quien reprochó su falta de voluntad para participar en el debate. A lo largo de la sesión, el tono se calentó, especialmente cuando se tocaron los sueldos de los concejales, aspecto que el PSOE utilizó como arma arrojadiza contra los concejales no adscritos. En este contexto, las acusaciones de transfuguismo rondaron la discusión, poniendo de manifiesto las tensiones internas y las estrategias de cada partido para salir bien posicionados ante la opinión pública.
Mientras tanto, la atención se desvió hacia otros temas, como la propuesta de la Unión Europea para un «kit de supervivencia» ante posibles amenazas internacionales, un asunto que se ha vuelto inquietante debido a la creciente tensión con Rusia. Aunque la recomendación de incluir artículos como navajas y barajas de cartas puede parecer trivial, los líderes europeos subrayan la necesidad crucial de reconfigurar su defensa ante un posible retiro de la protección estadounidense. Ambos escenarios, el de la política local en Albacete y el de la geopolítica europea, evidencian una intrincada interacción de realidades que requiere tanto responsabilidad como un análisis profundo y reflexivo por parte de los responsables políticos.
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