Las Cortes de Castilla-La Mancha han aprobado un conjunto de normas que regulan la contabilidad y el control de las subvenciones otorgadas a los grupos parlamentarios, destacando que la Mesa deberá elaborar anualmente un plan de control financiero. Estas subvenciones, de carácter finalista, están destinadas exclusivamente a cubrir los gastos operativos necesarios para las funciones parlamentarias, prohibiendo su uso para la compra de bienes de inversión. Asimismo, cualquier aportación de los grupos a sus respectivos partidos políticos deberá formalizarse mediante convenios específicos que detallen las obligaciones y el uso previsto de los fondos.
Además, se establece la obligación de que los grupos parlamentarios presenten una memoria anual sobre los servicios contratados a los partidos, proveyendo una mayor transparencia. El plan de control financiero será revisado y aprobado por la Mesa de las Cortes antes de ser incluido en el presupuesto anual, con el fin de asegurar una fiscalización adecuada de los gastos. Las cuentas anuales, junto con la documentación pertinente, deberán enviarse a la Mesa antes del 1 de marzo del año siguiente, y estarán sujetas a un control interno por parte de la Intervención de las Cortes para verificar la correcta utilización de los fondos.
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