La líder del partido ultraderechista francés Agrupación Nacional, Marine Le Pen, se pronunció en un mitin en París ante miles de simpatizantes después de ser inhabilitada para las elecciones presidenciales de 2027 debido a una condena por corrupción. Durante el evento, Le Pen afirmó que su condena, que la declara responsable de desviar 4,1 millones de euros del Parlamento Europeo, es un ataque político diseñado para eliminarla de la vida pública. La dirigente destacó que su lucha será «pacífica y democrática,» haciendo un paralelismo con Martin Luther King y alarmando sobre el riesgo que representa esta decisión para los derechos civiles en Francia.
A pesar de su inhabilitación, un reciente sondeo sugiere que tanto Le Pen como su posible sucesor, Jordan Bardella, se posicionan como favoritos para las próximas elecciones, con ambos candidatos obteniendo entre el 31 y el 36 por ciento de los votos en una eventual segunda vuelta presidencial. La situación política muestra que, ante la ausencia del actual presidente Emmanuel Macron, figuras del centro-derecha como Édouard Philippe y Gabriel Attal también podrían tener un papel destacado en la contienda electoral. La polarización política se mantiene, con el bloque de izquierda en riesgo de quedar fuera de la segunda vuelta por tercera vez consecutiva, mientras la ultraderecha sigue ganando adeptos.
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