En la Unidad Cinológica de la Guardia Civil de Albacete, cuatro perros especialmente entrenados cumplen funciones cruciales en diversas operativas: Pompa y Sira, dos pastores belga malinois dedicados a la detección de dinero, drogas y rescate de personas, y Benita e Iru, un labrador y otro pastor belga, expertos en la detección de explosivos. Estos animales no solo son compañeros laborales, sino que forman parte de las familias de sus guías, Juan Ballesteros y Domingo Pérez. Su trabajo ha demostrado ser clave en momentos críticos, como durante la riada en Letur, donde Sira ayudó en la búsqueda de desaparecidos, y Iru localizó explosivos ocultos.
El proceso de adiestramiento de estos agentes caninos es fundamental y se basa en métodos de refuerzo positivo y juego, evitando cualquier tipo de maltrato. Los instructores adaptan sus técnicas a las personalidades y características de cada animal, asegurando así su eficacia en el campo. Por ejemplo, Iru se destaca por su curiosidad y energía, mientras que Pompa marca la detección de sustancias mediante un comportamiento específico. Además, el bienestar de los perros es una prioridad, permitiendo que su «jubilación» se dé cuando ellos decidan que ya no quieren trabajar, resaltando la relación especial que existe entre los agentes y sus compañeros de cuatro patas.
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