Leire Díez ha captado la atención en la actualidad española tras la revelación de unas grabaciones en las que aparentemente ofrecía una reunión con la Fiscalía a un empresario con problemas judiciales. La conversación indicaba que buscaba obtener información para desacreditar al Teniente Coronel jefe de la UCO, la unidad de la Guardia Civil involucrada en investigaciones relacionadas con Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez. A pesar de sus argumentos de que las grabaciones eran parte de un trabajo periodístico, su defensa no ha logrado frenar las críticas dentro de su propio partido, el PSOE, donde su lealtad al liderazgo de Sánchez la ha llevado a atacar a figuras disidentes como Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha.
En respuesta a estos acontecimientos, García-Page instó al PSOE a evitar cualquier especulación sobre «trabajo sucio» y expresó confianza en que Díez no estaba actuando en representación del partido. Durante una entrevista, se mostró dispuesto a investigar si tenía conexiones con miembros de su administración. Page, conocido por su habitual estrategia política cautelosa, maneja estas declaraciones con el objetivo de distanciarse de la controversia y proteger su imagen, sugiriendo que la situación pudiera desencadenar más revelaciones sobre las relaciones dentro del entorno político de Pedro Sánchez.
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