Las tensiones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos vuelven a ocupar los titulares, especialmente tras los recientes comentarios del expresidente Donald Trump, quien amenaza con castigar a España por no cumplir con el gasto del 5 por ciento en defensa estipulado por la OTAN. En este contexto, el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, Julián Martínez Lizán, ha enfatizado que las negociaciones comerciales no pueden ser unilateralmente impuestas y que la responsabilidad recae en la UE. A pesar de la preocupación que genera esta situación en la región, Lizán critica la inestabilidad del mandatario estadounidense y subraya que los productos agroalimentarios no deberían ser parte de esta disputa.
El consejero ha resaltado la importancia del sector agroalimentario para Castilla-La Mancha, que exporta a Estados Unidos productos por valor de 130 millones de euros, mientras que las importaciones alcanzan solo 60 millones. Lizán advierte que, aunque el volumen de comercio no es considerable, la imposición de aranceles podría tener repercusiones significativas al afectar indirectamente a la economía local y, sobre todo, a las familias más vulnerables. En su opinión, el comercio de alimentos merece una protección especial, dado que su impacto va más allá de las cifras, repercutiendo directamente en el bienestar de la población.
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