La huelga de médicos convocada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) para protestar contra la reforma del Estatuto Marco del Ministerio de Sanidad ha logrado un seguimiento notable, aunque desigual en distintas comunidades autónomas. Los convocantes afirman que la participación alcanzó el 90% en varias regiones, mientras que las cifras oficiales reflejan un apoyo más débil, con datos que oscilan entre el 10% en el País Vasco y el 53% en Cantabria. El paro, el primero en cinco años, busca un convenio que reconozca las particularidades del trabajo médico, incluyendo la reducción de horas semanales y el reconocimiento de las guardias en la jubilación.
El impacto de la huelga ha sido notorio, especialmente en atención primaria y en los hospitales, donde se reportó una paralización significativa de la actividad quirúrgica en algunos lugares. Si bien en comunidades como Cataluña y Madrid se evidenció una participación limitada, los médicos MIR mostraron una fuerte implicación, con un apoyo que superó el 90%. Aunque la jornada de protesta no interfirió con el 31 Congreso de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, un centenar de participantes se unieron a la manifestación, evidenciando la creciente frustración entre los profesionales sanitarios por la precariedad laboral y la falta de reconocimiento a su labor.
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