La corrida de Albacete dejó una huella imborrable en el calendario taurino, destacando a Manuel Caballero, quien brilló en su alternativa al cortar una oreja con su primer toro, «Bullidor». Su actuación fue un fiel reflejo de su esfuerzo y compromiso en el ruedo, lo que le valió el reconocimiento del público y el orgullo de compartir el escenario con su padre, que fue invitado a salir al ruedo por el padrino, Paco Ureña. Este gesto emocionó al aforo completo de la Plaza de los Jardinillos, donde el nuevo torero mostró valentía y destreza, logrando una segunda oreja tras una estocada certera.
Paco Ureña también dejó su marca en la tarde, indultando al imponente «Diablillo», lo que le permitió pasear dos orejas y un rabo en un ambiente vibrante. Su estilo seguido y su conexión con el público confirmaron su estatus como una figura central del evento. Roca Rey, a pesar de enfrentar una cogida reciente, demostró su inigualable talento al obtener también dos orejas. La sesión culminó con un gran aplauso, con el público convencido de que esta corrida fue la mejor de la feria, haciendo eco de la maestría y la pasión de los toreros que se presentaron.
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