En la reciente corrida de la Feria del Pilar, el desafío fue palpable con los toros de Salvador Gavira, que llegaron como reemplazo de los rechazados de Pincha. La tarde se vio marcada por la dificultad y negativa de los ejemplares, lo que dejó un vacío en el ambiente, salvo por la notable actuación de Ismael Martín, quien dio la vuelta al ruedo tras matar al sexto toro. El aragonés Alberto Álvarez, enfrentado a la incertidumbre del primer toro, debió retirarse rápidamente, y con el cuarto solo pudo realizar un par de pases antes de concluir entre abucheos del público.
Diego Carretero, a pesar de las complicaciones con el segundo toro, mostró entrega y logró elevar la faena, aunque sin continuidad. Con el quinto, un toro que ofreció pocas oportunidades, se destacó su esfuerzo con tres tandas meritorias. Ismael Martín, sustituyendo al lesionado Román, brilló especialmente con las banderillas, su especialidad. Sin embargo, a pesar del empeño ante los toros de su lote, el reconocimiento con una vuelta al ruedo al final de su actuación no reflejó completamente el desarrollo de la tarde.
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